miércoles, 23 de febrero de 2011

CON LA REVOLUCION BOLIVARIANA. HACIA UNA NUEVA ESTRUCTURA SOCIAL: LA CONSTRUCCION DE LA SOCIEDAD SOCIALISTA.

CON LA REVOLUCION BOLIVARIANA,
HACIA UNA NUEVA ESTRUCTURA SOCIAL.
LA CONSTRUCION DE LA SOCIEDAD SOCIALISTA.


  • Concebimos una estructura social como la forma concreta en que se organiza en una sociedad determinada  la producción y reproducción de las condiciones materiales y espirituales de la existencia humana. Esa estructura implica un conjunto de relaciones entre los seres humanos, una forma de comunicarse, de relacionarse los gobernantes y los gobernados, de participar en el poder y en la producción y distribución de la riqueza social.

  • Los datos mas resaltantes de la estructura social venezolana  son los relativos a las condiciones de pobreza generalizada y extrema en que se encuentra la mayoría de la población.  Tal situación posee componentes o dimensiones objetivas (condiciones materiales de vida) y subjetivas (organización, participación, educación, espiritualidad, etc.).

  • La estructura social que caracteriza a la formación económico social venezolana  es la propia de un sistema capitalista de desarrollo MONOPOLISTA (de Estado Y Privado), de carácter dependiente y atrofiado.  El carácter de tal estructura forma parte orgánica de otras estructuras que integran el sistema económico y político. La contradicción principal de la formación económico social venezolana es la definida por los intereses de las clases dominantes integrada por la gran burguesía monopolista asociada al capital trasnacional imperialista, los terratenientes  y la capa alta  de la pequeña burguesía frente a los intereses de la inmensa mayoría de los venezolanos constituida por los trabajadores de la ciudad y el campo, los habitantes de los barrios populares, los campesinos, las capas medias de profesionales y técnicos, las etnias originarias.

  • Construir una nueva estructura social implica desarrollar el proceso de transformación revolucionaria de la formación económica social existente partiendo de una correcta definición de su carácter o naturaleza contradictoria, de la naturaleza de sus relaciones de producción, de sus fuerzas productivas y del grado de desarrollo por ella alcanzada, así como una precisa definición del proyecto económico social alternativo.

  • Construir una nueva estructura social implica además reconocer que la existente forma parte de UN SISTEMA que contiene una determinada estructura de clases, (dominantes y dominadas), un estado que esta integrado por un conjunto de aparatos ideológicos al servicio de las clases dominantes y un poder político que garantiza su aceptación por las clases dominadas y explotadas. La cultura dominante en una sociedad en un momento determinado del desarrollo de sus fuerzas productivas, es la cultura de las clases dominantes. La cultura de los pueblos existe en ellas, como una cultura oprimida y subyugada por las relaciones de explotación y opresión capitalistas (imperialistas). Es  el proceso de movilización, de lucha, de participación el escenario para la construcción de los nuevos sujetos que trastoquen la relación de poder predominante por  el dominio político social e ideológico de las clases dominantes sobre el pueblo. Es en este, que las Fuerzas Populares guiadas por una Vanguardia Revolucionaria se reconocen a si mismas como sujetos protagónicos, como fuerza revolucionaria transformadora: como Poderes Creadores del Pueblo. Ese proceso ha estado abierto prácticamente desde la llegada de los colonialistas conquistadores españoles, se expresó con gran vitalidad histórica con la fundación de la Republica de Venezuela el 1.810 y con la gesta independentista; ha estado presente en todo nuestro devenir histórico posterior. Adquirió características dramáticas de búsqueda de una dirección revolucionaria, en diferentes procesos de nuestra lucha de clases, como la Guerra Federal, las luchas por la democracia, la lucha armada de las décadas del sesenta y el setenta  y se quedó para siempre  en las calles,  con los sucesos del 27 de febrero de 1989 y con el proceso abierto por el Cmte. Chávez con la rebelión militar del 4 de febrero de 1992, su triunfo  electoral y el desarrollo del Proceso Constituyente, así como el desarrollo de su gestión de gobierno desde 1998 hasta nuestros días.

  • La construcción de una nueva estructura social implica la “destrucción revolucionaria” (cultural y sociopolítica no física), de la estructura social preexistente. Tal derrota no es destrucción física sino superación, vale decir CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA HEGEMONIA, cultural, organizativa, político/ideológica, espiritual y el desarrollo de un proceso de liberación humana que permita que la población en situación de pobreza generalizada pertenecientes a las diferentes clases, capas, sectores o fuerzas sociales, se reconozca a si mismas como sujeto (s) perteneciente (s) a un colectivo que los trasciende, que puede ser asumido como nación, pueblo o bloque del cambio histórico.

  • Ese proceso de liberación implica entonces  el desarrollo de procesos  radicales (de raiz), de transformación del ser y de la conciencia y los podemos identificar como: participación protagónica y deliberativa, organización popular soberana y aprendizajes liberadores  en todas sus formas y modalidades. Ello requiere definir dos aspectos de carácter fundamental: la organización  de quienes se proponen impulsar, dirigir, desarrollar ese proceso de transformación (corresponde esto con la problemática de la construcción de la Vanguardia Revolucionaria, el Partido Revolucionario)  y por otra parte, la organización de la gente, de la población, de esas fuerzas sociales llamadas, por su posición objetiva a ser las fuerzas motrices de tal transformación. (vale decir la construcción de la organización popular). Ambas dimensiones constituyen el desarrollo del PODER POPULAR que debe construirse y desarrollarse en todos los escenarios de la vida nacional, en todos los ámbitos de la patria.

  • El gran dilema que debemos resolver los revolucionarios y las revolucionarias venezolanos es la definición de cuál es la clase de transformación planteada y como se construyen sus instrumentos. Parte de estas respuestas están contenidas en el planteamiento de la Democracia Participativa y Protagónica y en el proyecto nacional contenido en la CRBV. No dudamos en sostener que el carácter de la revolución venezolana es el definido por un proceso de Liberación Nacional y Socialista como partes de un mismo proceso. La liberación Nacional de los nexos económicos, políticos, sociales y culturales que nos atan al imperialismo norteamericano, (romper con el neocolonialismo) no podrá avanzar sin transformar el carácter capitalista de nuestra formación económica social. Vale decir que la política revolucionaria ha de combinar entonces medidas de carácter anti imperialistas con aquellas de carácter socialista, vale decir anticapitalistas.

  • El proceso abierto por la revolución bolivariana ha ensayado múltiples formas  con las cuales ha intentado impulsar la organización popular. La mayoría de ellas han respondido a una orientación de carácter electoral y por lo general han resultado exitosas en este terreno. El intento de convertir tales instrumentos en organización social no termina de cuajar en un verdadero proceso de organización revolucionaria  del movimiento popular. Ello tiende a complicarse debido a que las estructuras del estado heredado aun permanecen casi intactas y en un buen numero sus máximos dirigentes y cuadros medios, no responden adecuadamente a los lineamientos trazados de manera insistente por el Comandante Hugo Chávez, en relación a romper con el burocratismo y desarrollar una verdadera Democracia Participativa y Protagónica, dándole poder al pueblo, a los trabajadores.  Es  por ello que el reclamo insistente del presidente Chávez de superar el asistencialismo y desarrollar una orientación económica, social y política revolucionaria que tenga como centro el protagonismo popular y la unidad cívica militar luce muy obstaculizada. Esto ha traído como consecuencia algunos reveses en la lucha política y podría significar perdidas de importantes  combates con sus peligrosas consecuencias, tanto para el liderazgo estratégico de nuestra revolución, como para el avance de sus planes estratégicos.

  • Una interrogante central que debemos resolver es ¿como se construye la organización popular? y ¿como se desarrolla el poder popular?. Como se gobierna en una revolución que debe construir la sociedad socialista e impulsar la Liberación Nacional. Esto nos plantea la urgente necesidad de diferenciar “gestión de gobierno” de o que es la Dirección de un proceso de transformación revolucionaria. Será que ello puede desarrollarse a partir de una estructura burocrática como  el estado heredado de la cuarta republica, sin que medie en ella también el desarrollo de la lucha política, social e ideológica, vale decir sin revolucionar el estado, su ideología, sus relaciones de poder y su cultura?  Será que la cultura verticalista, despótica y nepotica de las estructuras afincadas en una representatividad clientelar y corrupta, podrá parir de su seno una política revolucionaria que  movilice al pueblo, lo libere de la dominación político ideológica de las clases dominantes y contribuya significativamente a su conversión en sujeto revolucionario? Será que esas instituciones y esos dirigentes podrán desarrollar políticas revolucionarias hacia el pueblo aplicando la máxima de  “luz para la calle y oscuridad para la casa. ¿Cuanto hay pa´eso?; ¿Cómo quedo yo ahí? y…. ¡¡¡Cómo vaya saliendo vamos viendo!!! Será que podremos avanzar en la construcción del Socialismo manteniendo el carácter de alienación, cosificación, y enajenación del trabajo y de las relaciones de producción? Manteniendo sin movimiento transformador progresivo, la separación entre trabajo intelectual y trabajo Manual propia de la división capitalista del trabajo? Manteniendo el carácter despótico de la concepción burguesa de la dirección y de la autoridad? El despotismo de “los especialistas”, la segmentación organizativa, la ausencia de sinergia, la ausencia de visión de totalidad, contradicción y proceso, propias del método dialéctico de análisis de lo real, que nos legaran los fundadores del Socialismo?. Será que podrá dirigir exitosamente un proceso revolucionario quienes desprecian el valor de la teoría científica, el carácter indisoluble de la relación dialéctica entre teoría y practica transformadora, el valor del aprendizaje y el dialogo permanente de saberes, de acuerdo a nuestra definición constitucional de conformar una nación multiétnica y pluricultural; pero que además existe en el siglo XXI caracterizad por una dinámica exponencial del cambio y la transformación, producto de los avances científicos y tecnológicos acumulados por la humanidad?

  •  No dudamos en reconocer la existencia hoy de un importante contingente de  revolucionarios y revolucionarias en diferentes posiciones institucionales y al frente de diversas políticas definidas e impulsadas por el propio presidente de la republica. Esas políticas han permitido activar un proceso de participación animado principalmente por la relación directa entre el Presidente y el Pueblo. De igual forma esta activa la  participación popular a nivel nacional. Profundizar la aplicación de las políticas trazadas, corregir el rumbo en algunas de ellas, superar el asistencialismo, e burocratismo, la falta de compromiso revolucionario y profundizar, en suma, la construcción de la Democracia Participativa y Protagónica  son tareas ineludibles.

  • El salto cualitativo  planteado exige reflexionar y accionar sobre la forma como se esta construyendo la relación entre las vanguardias bolivarianas (institucionales o no) y el movimiento popular. Como se están impulsando y construyendo por ejemplo los Consejos Comunales y los Consejos de Protección. Que papel se asigna en el proceso de constitución de estas  formas organizativas al protagonismo popular, especialmente de los trabajadores y trabajadoras; como se ha concebido  y que papel juega por ejemplo la Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas. Será que las Asambleas de Ciudadanos y Ciudadanas constituyen una forma organizativa transitoria, coyuntural, de carácter episódica referida a la elección de unos “voceros” y unas comisiones de trabajo? Será  que tales voceros y comisiones suplantaran a la participación protagónica y deliberativa permanente, profunda y extendida de las comunidades llamadas a liberarse de  los yugos de las múltiples ataduras de dominación, de la cultura que les ha sido impuesta históricamente y que  mantiene a  sus integrantes atomizados, segmentados e individualizados? Será que la gestoría de voceros y miembros de  comisiones de trabajo, se consolidaran como un nuevo nivel de representatividad ahora bolivariano y el sujeto protagónico permanecerá como “la población objetivo” u “objeto de políticas publicas” de carácter asistencialista, o seremos capaces de asumir el contenido del articulo 5 y 62 de LA CRBV, que nos indica como mandato que la soberanía  es intransferible y permanece en el pueblo soberano aun cuando este elija representantes o voceros . Para ello es conveniente profundizar el planteamiento formulado por el Presidente Chávez quien sostuvo recientemente la contradicción existente entre un gobierno electo por el pueblo pero que conserva un carácter representativo y la necesidad de construir la Democracia Participativa y Protagónica cuyo protagonista principal es el pueblo venezolano.

  • Es desde esta perspectiva que nos animamos a plantear la construcción de la nueva estructura social. Una nueva estructura social es un nuevo tejido de interacciones entre los seres humanos en el proceso de producir y reproducir las condiciones materiales y espirituales de su existencia. Ese tejido  de las nuevas relaciones sociales debe partir del reconocimiento de que en una sociedad capitalista la cultura dominante es la cultura de las clases dominantes, que el proceso de liberación implica un reconocerse a si mismo por parte de los trabajadores, de las comunidades, como sujetos portadores de  sabiduria, cultura, civilización en suma saberes que son el resultado de el largo proceso de su desarrollo  historico. Que ese proceso afectivo, comunicativo y simbolico implica una progresiva apropiación del pueblo de los procesos de decision de todo aquello que tenga que ver con sus condiciones de existencia y que involucra las dimensiones individual, grupal, familiar, comunitario, local, regional y nacional (y debe conducirnos a un escenario como pueblo nacion convertido en sujeto revolucionario  al ambito continental y mundial).

  • Es desde esta perspectiva que asumimos que el trabajo  planteado es el de construir el Poder Popular Revolucionario con el pueblo, desde abajo y no  solo desde la burocracia estatal por mejor animada de buenas intensiones que ella se encuentre.  No se trata de llegar a una comunidad como gobierno a decretar la creación de formas organizativas que en muchos casos reproducen una especie de gobierno o de estado en pequeño. Se trata de establecer vínculos reales, orgánicos, permanentes y eso no puede hacerlo una burocracia aun cuando puede animarlo, facilitarlo, estimularlo. Nuestro papel debe ser el de facilitadores del proceso de participación popular. Activar orgánicamente esa participación requiere de una organización de los niveles superiores de conciencia y protagonismo alcanzados por  el pueblo.

  •  Requerimos darle organicidad a una urdimbre o red de núcleos de vanguardia del movimiento popular que difundan, sensibilicen, movilicen y puedan desarrollar los vínculos orgánicos que garanticen que la convocatoria a las Asambleas de Ciudadanos y Ciudadanas, no es un acto electoral transitorio, sino que responde a una dinámica profunda de movilización política,  de aprendizajes, de formación cultural e ideológica de las comunidades, de los trabajadores y el inicio de su proceso de reconocerse como sujetos (personas, seres humanos y no objetos), con capacidad de gobierno.  Requerimos conformar si es posible en cada comunidad una Escuela de Formación Socialista Integral (no formal), que trabaje simultáneamente lo político ideológico y los aprendizajes en todas las dimensiones del hacer productivo dirigidos a impulsar los procesos de transformación comunitaria.

  • Para ello es menester desarrollar los procesos de investigación participativa, planificación participativa, diseño de programas y proyectos de manera participativa, impulso al desarrollo de la cultura de trabajo en equipos y por supuesto del proceso de evaluación en sus diferentes momentos: entrada, proceso, resultados e impactos. Para ello se requiere incorporar masivamente el uso de la tecnología audiovisual y la tecnología computarizada. Un papel central en esta dirección lo constituye el desarrollo de una verdadera REVOLUCIÓN CULTURAL apoyándonos en todos los medios de comunicación alternativa para la creación y activación de la lucha por el rescate y desarrollo de la cultura popular nacional, con especial énfasis en el carácter continental y antiimperialista de la Revolución Bolivariana.

¡¡¡¡EN LA DEMORA ESTA EL PELIGRO!!!!
¡¡¡VACILAR ES PERDERNOS!!!
¡¡¡¡LA MEJOR MANERA DE DECIR ES HACER!!!
¡¡¡ADELANTE A PASO DE VENCEDORES Y VENCEDORAS!!!


GEM.
Director Gral. de Seguimiento y Evaluación
MINPADES
Enero 2006

No hay comentarios:

Publicar un comentario