CARTA
ABIERTA AL CAMARADA PRESIDENTE
NICOLAS
MADURO MOROS.
ANTE LA DERROTA EN LAS ELECCIONES PARLAMENTARIAS DEL 6D-2015.
Recibe un fraternal saludo
revolucionario. Permíteme tutearte como
le dice el niño de la canción de Ali al Libertador Simón Bolívar, porque como
Presidente de mi patria te asumo como uno de mis mejores amigos, aunque no te
conozca personalmente.
Guardo de ti el recuerdo de aquel
muchacho flaco y alto que, con la camarada Marla Muñoz, (Frente de Educación
Media), iba a la UCV a buscar nuestro periódico RUPTURA, como parte de la
militancia de nuestro Movimiento Político.
Soy “un venezolano de a pie” como
sueles decir para definirte a ti mismo. Me incorporé a la lucha revolucionaria
a los 13 años en el FLN-FALN convertido luego en PRV-FALN y posteriormente en
PRV-FALN-RUPTURA Milite en sus filas desde 1965 hasta 1979 año en el cual, ante
la imposibilidad de evaluar de manera democrática las causas de varias décadas
de derrota, del Movimiento Popular y Revolucionario y nuestra particularmente;
un grupo de militantes (cerca de 200 a nivel nacional) de esa organización
conformamos Tendencia Revolucionaria cuya dirección integramos- entre otros- Humberto
Vargas Medina (Santander), Rogelio Gamarra (El Tabanuco), Julio Chirinos (El
Cabito), Roy Daza, Armando Daza (El
Chino Daza) Alí Rodriguez Araque (Fausto)
y este servidor.
Desde el 4 de febrero
de 1.992 como millones de venezolanos y venezolanas me identifique plenamente
con nuestro querido Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez Frías y con sus
planteamientos.
Motiva esta carta el hacer pública
mi reflexión con la pretensión de
agregar “un granito de arena” al caudal de inquietudes y de opiniones que se
expresan a nivel nacional buscando explicación y salida ante la derrota
electoral que nuestra Revolución Bolivariana sufrió en las elecciones parlamentarias
del 6 de Diciembre del presente año.
He oído tus intervenciones con
detenimiento y las comparto plenamente. Especialmente la que hiciste en Cadena
Nacional, una vez conocidos los resultados dados por el CNE; la que
pronunciaste ante los 200 voceros y voceras de los Colectivos
Revolucionarios en Miraflores, la que
pronunciaste ante la militancia del PSUV
en la Plenaria Extraordinaria de su Tercer Congreso y la de ayer en la salutación decembrina a nuestra Fuerza Armada Bolivariana. En todas ellas has dejado claramente
demostrado que nos derrotó electoralmente la guerra que contra la Revolución
Venezolana -contra nuestro pueblo- desarrolla la Burguesía Parasitaria y el
imperialismo Norteamericano y tiene como operadores políticos a la ultraderecha
fascista nacional.
Me parece muy acertado de tu parte
pedir que pongan sus cargos a la orden los ministros (as) y otros compañeros y
compañeras que ocupan posiciones de alta autoridad en nuestro gobierno Así
mismo, llevar a cabo un amplio y profundo proceso de análisis de las causas que
nos condujeron a la presente situación, para realizar las correcciones y
definir las acciones que nos permitan derrotar la ofensiva reaccionaria y
contrarrevolucionaria con una verdadera ofensiva revolucionaria.
No tengo ni un ápice de duda acerca
de la caracterización que tanto el Comandante Chávez, tú y otros (as) camaradas
han hecho de la ultraderecha venezolana.
Desde la perspectiva de los intereses de la Burguesía parasitaria y del
imperialismo norteamericano; ellos consideran que ha llegado el momento de la
destrucción definitiva de la Revolución Bolivariana.
Por experiencia histórica sabemos que los
anima un profundo odio de clases contra el pueblo venezolano y especialmente
contra los revolucionarios y las revolucionarias. Ya sabemos que no tienen
ningún tipo de escrúpulos y que nunca han dudado, ni dudarán, en emplear los
métodos más sanguinarios para, mediante el terror desenfrenado, tratar de
desmovilizar al pueblo y derrotarnos. Ya antes del triunfo de nuestra revolución
planteaban que matando a 20.000 comunistas “se resolvía el problema en
Venezuela”.
Es por eso que también creo que es
muy acertado develar en profundidad ante nuestro pueblo sus mentiras y su
hipocresía y continuar demostrando hasta la saciedad todas las acciones que han
puesto, ponen y continuaran poniendo en práctica para tratar de lograr sus
pretensiones fascistas.
Ahora bien, es urgente y necesario
que - como parte de los análisis que impone la coyuntura- , realicemos una
revisión crítica (constructiva) y autocritica de los errores y limitaciones de
la actuación desde nuestras propias filas. Nada tiene que ver esta necesidad
imperiosa con una “autoflagelación” ni mucho menos con ningún revanchismo
contra nadie, ni ninguna “cacería de brujas”. No se trata de buscar “culpables”
y fusilarlos política y moralmente. De
discurrir este proceso necesario por esa vía no estaríamos contribuyendo sino a
debilitar a nuestras propias fuerzas.
En tal perspectiva considero que
tampoco se trata de revisar sólo las fallas y las debilidades que pudieran
estar presentes en la gestión de nuestro gobierno, en los últimos tres años. A
mi juicio los resultados del 6D son la cristalización de debilidades y amenazas
que existen en nuestro proceso desde el propio 1.998 hasta nuestros días y que
nos han impedido avanzar con mayor fuerza y consistencia aprovechando, en toda
su magnitud, las fortalezas y oportunidades de las extraordinarias victorias
económicas, sociales, políticas y culturales alcanzadas en favor de la inmensa
mayoría de nuestro pueblo.
Es altamente probable que muchas de las
debilidades tienen que ver con las características particulares del contexto
sociopolítico en el cual emergió el Proyecto Bolivariano, luego de cuatro
décadas de derrotas del Movimiento Popular y Revolucionario Venezolano. En
otros casos pudieran tener que ver con una concepción y una práctica política
excesivamente pragmática que desdibuja la naturaleza revolucionaria –
radicalmente transformadora- de nuestro proceso Bolivariano, antiimperialista,
anticapitalista, Socialista y profundamente Chavista.
Llamo la atención a reflexionar
especialmente sobre dos dimensiones de nuestro proceso sociopolítico: El
Estado, y el Poder Popular.
A veces pienso que como consecuencia
de las derrotas sufridas por el Movimiento Popular y Revolucionario
latinoamericano y mundial, por el fracaso del llamado “Socialismo Real” y su
implosión en la URSS, para muchos (as) se ha desdibujado el carácter del
capitalismo como Formación Económico Social, como un sistema de dominación
propio de la burguesía y del conjunto de las clases dominantes. Y especialmente
su prevalencia a nivel mundial -en su fase de desarrollo imperialista- con todas
sus implicaciones para la lucha histórica de los pueblos por su redención
definitiva.
Se reconoce muchas veces que en la
sociedad capitalista hay clases sociales y lucha de clases –incluso el carácter
de clase del estado pero también, muchas veces, se pierden de vista estos
principios en la lucha política concreta. Muchas veces pareciera que se pierde
de vista que en la sociedad capitalista de clases la cultura dominante es la
cultura de las clases dominantes (las culturas populares permanecen subyugadas
y oprimidas) y los trabajadores y el pueblo son sujetos sociales dominados. Se
desdibuja en el hacer cotidiano que una revolución exige una verdadera liberación
del dominio que sobre el ejerce una ideología que les es extraña. Que se le
impone mediante el proceso de socialización desde su nacimiento a través de
diversas organizaciones y mecanismos de producción y reproducción ideológica
(la familia, la religión, la escuela, los medios de comunicación y
absolutamente todas las organizaciones sociales y todas las manifestaciones de
la vida): El que hacer productivo, la ciencia, el arte, la técnica etc., etc. expresan
y reproducen consciente o inconscientemente esa cultura extraña a sus intereses
históricos objetivos y los convierte en reproductores de su propia dominación.
Es la lucha revolucionaria y la forja
DEL PUEBLO COMO SUJETO REVOLUCIONARIO PROTAGÓNICO DOTADO DE LA NUEVA CONCIENCIA
REVOLUCIONARIA lo que puede crear nuevas relaciones sociales entre los seres
humanos. Lograrlo implica un trabajo perseverante de organización, de
esclarecimiento, de formación y especialmente de movilización para que pueda
convertirse en sujeto social transformador. Un trabajo de hormiguitas como
decíamos en la década del sesenta, planificado, que combine la satisfacción de
las necesidades materiales con la construcción de una nueva subjetividad distinta
y antagónica a la que nos imponen las clases dominantes. Es lo que Carlos Marx
y Federico Engels -fundadores del Socialismo Científico- denominaron-
refiriéndose a la clase obrera, EL PASO
DE LA CONCIENCIA EN SI A LA CONCIENCIA PARA SI. LA CONCIENCIA REVOLUCIONARIA
ACERCA DE SU POSICIÓN EN LA SOCIEDAD Y SU PAPEL EN HISTORICO.
El acceso al gobierno por la vía
electoral, que no da “todo el Poder” sino parte de él, pareciera contribuir a
esa pérdida de contacto con la realidad. Más aún, incluso accediendo a él por vía
de una lucha armada revolucionaria, sino se mantiene claro que la lucha es por
“destruir” un sistema de dominación” para crear uno radicalmente distinto y se desarrolla una relación “orgánica” entre las vanguardias
revolucionarias y el pueblo, así como un proceso de participación protagónica
permanente, este se desmoviliza, no avanza en su conformación como sujeto
revolucionario y la revolución tiende a estancarse. El caso de la URSS es sintomático en esta
perspectiva. Esto nos plantea a los revolucionarios y a las revolucionarias la
necesidad de problematizar la concepción del estado, el poder y el papel del
pueblo como sujeto revolucionario.
Entiendo que es un proceso bien
complejo y lleno de peligros y amenazas platearnos la construcción del
Socialismo “conviviendo” con el sistema capitalista De hecho este proceso
transformador que vivimos desde 1.998 se ha desarrollado -no en un lecho de rosas- como todos sabemos,
sino en medio de una permanente agresión de la burguesía parasitaria y del
imperialismo norteamericano: Saboteos de todo tipo, intentos de magnicidio,
asesinatos de luchadores y dirigentes revolucionarios, paramilitarismo, golpes
de estado, bloqueo económico financiero, amenazas militares imperialistas,
permanente guerra mediática, guerra psicológica , guerra económica y pare usted
de contar.
Nadie dijo que era fácil. Ninguna
clase dominante se rinde sin patalear. Ninguna burguesía- en ninguna etapa de
la historia, ni en ningún país del mundo le ha entregado el poder “por las
buenas”, a los pueblos explotados y oprimidos por su sistema de dominación.
Sin embargo, en medio de las más
complejas y difíciles situaciones la Revolución Bolivariana ha sabido avanzar y
lograr extraordinarios beneficios para nuestro pueblo. Acumulando creo que un record mundial al
vencer a nuestros enemigos de clase en 18 de los 20 procesos electorales que
hemos realizado.
El Comandante Ernesto CHE Guevara nos
dejó dicho que… “Cuando lo extraordinario
se vuelve cotidiano, entonces estamos en Revolución”. Yo no tengo
ninguna duda que en nuestro proceso lo extraordinario se convierte cada vez más
en cotidiano. Pero también creo que hoy debemos agregar que, si no trabajamos de manera consciente, consistente y
planificada en el desmontaje de la maquinaria del Estado Burgués y en la
transformación de la subjetividad social, en la construcción de la conciencia revolucionaria
del pueblo, para que se libere de la ideología de las clases dominantes en la
cual muchas generaciones, nacieron, se educaron, viven y reproducen consciente
o inconscientemente, entonces corremos el riesgo de que ese extraordinario, en
la cotidianidad de la existencia bajo la
hegemonía que aún mantiene la ideología de las clases dominantes, pierda su carácter extraordinario y por ende
su sentido revolucionario. Esto dicho con referencia a la conducta de los
pueblos tiene probablemente mayor vigencia para los revolucionarios y
revolucionarias que cumplen funciones de gobierno en el marco de un proceso
transformador que se desarrolla dentro del sistema capitalista cuyos
mecanismos, organizaciones, aparatos ideológicos y prácticas siguen existiendo
y trabajando sistemáticamente para acabar con el proceso revolucionario.
Es un secreto a voces que muchos (as)
asumen como una fatalidad inconmovible que a 17 años de Revolución el Estado
Capitalista siga existiendo casi intacto entre nosotros. No solo con sus
instituciones sino con su cultura y relaciones. Es más, en muchas de ellas
prevalecen estilos de gestión que nada tiene que ver con el proceso
transformador en marcha y por el contrario reproducen la ideología de las
clases dominantes. El autoritarismo, el
nepotismo, el clientelismo político, las prácticas cupulares, la alienación de
los trabajadores y trabajadoras, su segmentación, atomización e
individualización, la división
capitalista entre el trabajo manual y el trabajo intelectual, la prevalencia de
relaciones de producción capitalista, la ausencia de participación protagónica
y de verdadera democracia participativa, la falta de compromiso político con la
revolución, la ausencia de vinculo de las organizaciones con el pueblo de sus
comunidades aledañas ( El Punto y Circulo), y la ausencia de trabajo sociopolítico y de
formación de los trabajadores y trabajadoras son prácticas que aún prevalecen.
Es la hegemonía de la cultura de las clases dominantes. Es la ideología de la
Burguesía parasitaria y de la pequeña burguesía acomodaticia a sus intereses.
En muchas de esas organizaciones o
instituciones prevalecen formas de organización, métodos de trabajo y de
gestión que ni siquiera se acercan a los modelos capitalistas más avanzados y
mucho menos a concepciones que se orienten a la transformación y a la
construcción socialista. El despilfarro de recursos, la ineficacia, la
ineficiencia – en fin la improductividad las caracteriza antes que las
posibilidades de desarrollar relaciones sinergéticas, visiones y misiones
compartidas, cultura de trabajo en equipo. En mucha de ellas los trabajadores y
trabajadoras desconocen cuáles son sus planes estratégicos y nunca quienes las
dirigen rinden cuenta a sus colectivos.
Quienes osan levantar una conducta revolucionaria y por tanto crítica
suelen ser aislados, amedrentados y finalmente despedidos.
Si consideramos que en Venezuela, el Estado
como el principal empleador, posee una fuerza laboral compuesta por varios
millones de personas y a la vez; que sus diversas instituciones u
organizaciones, tienen una alta participación en la provisión de bienes y
servicios a la población, necesariamente tenemos que destacar su importancia
estratégica en la vida de la sociedad venezolana. Seguro estoy que si
analizamos a fondo la situación antes descrita encontraremos las verdaderas
causas del porque o los porque la llamada guerra económica puede actuar
negativamente y confundir a nuestro pueblo.
Contra un pueblo rearmado política e ideológicamente y plenamente
movilizado no hay guerra económica que pueda. De ejemplos está llena la
historia latinoamericana y mundial. Guardando las distancias, (CARACTERIZACIÓN
DEL CONTEXTO INTERNACIONAL Y DIFERENCIAS ENTRE ESTOS PROCESOS) ahí están los
ejemplos del pueblo cubano ante la invasión de Playa Girón y el Período
Especial… y el heroico ejemplo del pueblo Vietnamita ante la guerra genocida de
tres imperios).
Desde la perspectiva de la Revolución
Bolivariana y de la construcción del Socialismo, el Estado puede ser una
poderosa herramienta en la transformación o puede convertirse en un instrumento
que frustre la esperanza popular. Sólo con su transformación revolucionaria
podrá cumplir la primera de estas opciones. Ello demanda una revisión profunda
de su actual situación y la definición de un plan de trabajo que comporte
centralmente, entre otras dimensiones, la Movilización permanente de sus
trabajadores y trabajadoras, su Formación Sociopolítica Bolivariana,
antiimperialista, Socialista y Chavista y su Organización genuinamente Democrática
Participativa.
Lo planteado por el artículo 62 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela respecto a la
Participación Política, debe ser uno de los principios guía y orientador de
este proceso transformador. En ella se
afirma que: “El medio indispensable para la construcción de la Democracia Participativa
y Protagónica es la activa participación de los ciudadanos y las ciudadanas en
el diseño, la ejecución y la evaluación de la gestión pública, como medio
fundamental para alcanzar el pleno desarrollo de sus potencialidades
individuales y colectivas. Es obligación de las autoridades crear las
condiciones para que ello sea posible”…
SE NECESITA UNA VERDADERA REVOLUCIÓN
CULTURAL Y ORGANIZATIVA QUE DE INICIO A
UN VERDADERO PROCESO DE TRANSFORMACIÓN REVOLUCIONARIA DE LAS DISTINTAS ORGANIZACIONES
DEL ESTADO VENEZOLANO. Para erradicar de él todas las prácticas que reproducen
de manera consciente o inconsciente, directa o indirecta, los modelos mentales,
la ideología propia del capitalismo que queremos desaparecer de Venezuela. Ello
comporta planes concretos para este estratégico propósito y también una sólida
vinculación de dichas instituciones con el Poder Popular.
Sí, es cierto. Nos
derroto la Guerra económica. Nos derrotó la guerra de la canalla mediática
nacional e internacional. Nos derrotó la guerra psicológica, la campaña mundial
contra la patria en el orden financiero, económico, cultural político y
militar. Un verdadero bloqueo imperialista. ¿Y por qué? Porqué el pueblo, una
importante proporción de él, aún permanece desarmado política e ideológicamente
y desconoció los extraordinarios logros de la Revolución Bolivariana en estos
17 años... Porque la producción y distribución de alimentos y otros productos
fundamentales -a 17 años de revolución- aún están en manos de la burguesía
parasitaria. Porque no fuimos suficientemente efectivos en combatir y derrotar
al acaparamiento, al especulador e incluso al bachaqueo. La ultraderecha no nos
ganó por su efectividad política.
La ultraderecha no
tuvo campaña electoral, ni propuestas, ni candidatos y candidatas visibles. Los
escondieron. (Nunca hablan de un Proyecto de país porque lo que tienen bajo la
manga para tratar de imponernos de nuevo el neoliberalismo y el fascismo).
Operó la Guerra Económica porque funcionaron los reflejos condicionados de la
ideología capitalista (burguesa), que - aún con nuestros importantes avances- todavía conserva su hegemonía y dominio sobre parte
del pueblo y esta funciona como productora y reproductora del sistema de
dominación de la Burguesía parasitaria y del imperialismo norteamericano. El
individualismo, el materialismo, el egoísmo consumista. Porque aún una buena
parte del pueblo es un sujeto social dominado por la ideología de las clases
dominantes. Porque el capitalismo en Venezuela aún esta vivito y coleando con
el mismo Estado de la IV República, con su cultura, con sus relaciones, con su
burocratismo, con su ineficacia e improductividad e incluso con su despotismo y
su autoritarismo y con su indiferencia frente al pueblo. Porque aún no hemos
hecho la Revolución necesaria en el estado.
Porque muchos y
muchas de quienes ocupan posiciones de dirección en el estado, no tienen ningún
compromiso revolucionario. Porque no trabajan la formación sociopolítica de sus
trabajadores y trabajadoras, no permiten su participación protagónica y mucho
menos contribuyen con la transformación de las comunidades aledañas, ni con el
desarrollo del Poder Popular. El pueblo nos responsabilizó como gobierno y
aplicó el voto castigo eligiendo a sus verdugos, de la misma forma que por más
de 40 años voto por los malandros y ladrones que lo reprimían, masacraban (AD,
COPEY,MAS etc.), cuando protestaba y sumían en la miseria y el atraso.
Perdimos dos
millones de votos y la ultraderecha solo incrementó su votación en 350.000
votos. Operó la guerra económica porque los partidos de la revolución no se
convencen aún de que hay que acabar con el capitalismo, con su estructura
estatal burguesa, con la ideología burguesa y pequeño burguesa. Porque aún los
domina el electoralismo y no fraguan cotidianamente la movilización, la
organización, la formación del hombre y la mujer nuevos y nuevas; el verdadero
Poder Revolucionario del Pueblo. Porque creen que será la burocracia la que con
una gestión de gobierno tradicional transformará al país.
Porque aún no valoran suficientemente la
necesidad de la construcción de unas nuevas formas de relacionarse los seres
humanos, el hombre y la mujer nuevos y nuevas, una nueva cultura, una nueva
conciencia.
Sin embargo, no
todo está perdido. Perdimos una importante batalla. La lucha de clases continúa
y ella es el motor de la historia. Conservamos a nuestro gobierno Bolivariano,
nos apoya un contingente de pueblo cercano a los 7 millones, contamos con la
mayoría de nuestra Fuerza Armada Bolivariana, contamos con cerca de 60.000
Consejos Comunales y con miles de Comunas, contamos con varios miles de Colectivos
Revolucionarios que luchan cotidianamente al lado del pueblo, contamos con una
apreciable cantidad de gobernaciones y alcaldías, con organizaciones de
trabajadores y trabajadoras, contamos con una diversidad de Medios de
Comunicación Alternativos y contamos con un Presidente Obrero resteado con su
pueblo y una generación de dirigentes populares y revolucionarios.
Es hora de
retomar el legado de nuestro Comandante Supremo. Somos El pueblo de las
dificultades. Es hora de radicalizar la Revolución Bolivariana aplicando Las
Tres R al Cuadrado y la Revolución en la Revolución, El Golpe de Timón. No es
hora de cacería de brujas, ni flagelaciones, ni de buscar culpables, para
fusilarlos moral y políticamente. Hacerlo sería muy grave y sólo lograría debilitarnos
frente a la ofensiva contrarrevolucionaria.
Es la hora de una
verdadera contraofensiva revolucionaria y para ello es ineludible realizar PROFUNDAS
RECTIFICACIONES Y DE PROFUNDIZAR LA LUCHA EN TODOS LOS TERRENOS. PARA AVANZAR Y
VENCER. CHAVEZ VIVE. LA PATRIA SIGUE. AQUI NO SE RINDE NADIE CARAJO. PATRIA O
MUERTE. VENCEREMOS.
SOC. GILFREDO ESCOBAR MUÑOZ
Cel.: 0416-8385521
Correos: wilburfenix@yahoo.com
IDEAS PARA LA DISCUSION NECESARIA.
CARACAS 13 DE diciembre de 2.015