EMBAJADOR DE VENEZUELA EN CUBA. Ali Rodríguez: EEUU logró
todo lo contrario a lo que se propuso al amenazar a Venezuela
En este artículo: Alí Rodríguez Araque, Barack Obama, Condoleezza Rice, Cuba, Estados Unidos,Nicolás Maduro Moros, Venezuela
El embajador de
Venezuela en Cuba, Alí Rodríguez
Araque, recuerda otro momento amenazante de Estados Unidos hacia
Venezuela, cuando desde la
Secretaría de Estado,Condoleezza Rice declaró al gobierno del Presidente
Hugo Chávez como “signo negativo en la región” y tornó cada declaración suya en
boca de cañón. Era el 2005.
Pero han transcurrido diez años y la región
cambió dramáticamente. Lo que entonces pasaba como un exabrupto ante el cual la
mayoría bajaba la cabeza, ahora es una afrenta que América Latina no está
dispuesta a tolerar. “Es un acto tan arbitrario y a la vieja usanza de la
actitud imperial de Estados Unidos… No toma en cuenta los cambios ocurridos en
la región y en el mundo”, admite Alí, de pasado guerrillero, experto petrolero,
ex Secretario General de la
UNASUR y uno de los políticos e intelectuales más brillantes
de Venezuela.
Hablamos en su despacho en la Quinta Avenida
habanera, mientras atiende los preparativos de un acto que la Embajada convocará para
respaldar desde la Isla
las acciones de su gobierno: “Es evidente que si no hay un vasto movimiento
mundial que contenga los planes de Estados Unidos, esa agresión se va a
profundizar y puede desencadenar procesos más graves, no solo en Venezuela sino
en toda la región”, asegura.
-Es inevitable
comenzar por las palabras que el Presidente Barack Obama utilizó para sancionar
a un grupo de ciudadanos venezolanos. Declaró una “emergencia nacional por la
inusual y extraordinaria amenaza para la seguridad nacional y política externa
de EEUU que representa la situación en Venezuela”.
-(Se ríe.) Es el más grande de los absurdos considerar a Venezuela como “una amenaza nacional”. ¿Qué país pequeño, sin remotamente la capacidad militar de Estados Unidos, puede pensar siquiera en amenazar a la mayor potencia militar del mundo? Sería una locura total. Pero hay que tener en cuenta estas palabras, sin dudas, porque la locura vino precisamente del jefe del gobierno norteamericano. No es cualquier cosa.
-(Se ríe.) Es el más grande de los absurdos considerar a Venezuela como “una amenaza nacional”. ¿Qué país pequeño, sin remotamente la capacidad militar de Estados Unidos, puede pensar siquiera en amenazar a la mayor potencia militar del mundo? Sería una locura total. Pero hay que tener en cuenta estas palabras, sin dudas, porque la locura vino precisamente del jefe del gobierno norteamericano. No es cualquier cosa.
-¿Pero cuál es la
razón de fondo? Se trata de palabras mayores.
-Eso que ha ocurrido
en las narices de los think tanks de EEUU. Han visto los cambios en la
región, el rol de líderes como Hugo Chávez -y que sigue jugando el Presidente
Maduro-. Consideran que América Latina ha cobrado mayor autonomía y valoran
acertadamente que la región es cada vez más y más un factor de desequilibrio
del orden mundial al modo norteamericano, en comparación con décadas
precedentes. Por eso consideran a Venezuela una amenaza, sin que lo sea
realmente en términos militares. Con Venezuela se ha profundizado el discurso
antimperialista, el discurso autonómico, y eso cualquier Imperio lo considera
una amenaza a su dominio. Por tanto, desde la visión imperialista ellos
tendrían cierta “razón” para preocuparse.
-Usted recordaba a
Condoleezza Rice, pero ni ella se atrevió a decir que Venezuela ponía a EEUU en
el trance de una “emergencia nacional”.
-Tanto en inglés como en español las palabras
tienen significados. Incluso, si se utiliza cualquier diccionario jurídico,
tanto en inglés como en español, una amenaza es una amenaza.
-Sin embargo, la
subsecretaria de Estado Roberta Jacobson dijo luego que estas palabras son una
formalidad legal requerida por las leyes del país para autorizar sanciones
financieras.
-Tratan de dorar la píldora a lo que tal vez
han considerado un error lexical. Pero es más que eso. Es la costumbre imperial
de imponerle a nuestro países los viejos mandatos a los que estaban
acostumbrados. Podrán esbozar las explicaciones que quieran, pero incluso
si uno lee la ley en la cual se apoya esa expresión, netamente grosera contra
la independencia de nuestros países, no deja de ser amenazante.
-Aunque no son una
amenaza, sino un hecho, las sanciones contra un grupo de funcionarios
venezolanos.
-Exactamente. ¿Cuál es la fundamentación para
aplicar tales sanciones? Toda sanción legal tiene que tener un fundamento, que
a la vez supone el derecho a la defensa del sancionado, el derecho a apelar esa
sanción.
Cualquier país soberano tiene potestad para
negar una visa, pero una sanción contra un ciudadano, por demás extranjero, eso
es otra cosa. ¿Qué derecho le asiste al gobierno de los Estados Unidos a
sancionar a ciudadanos venezolanos? ¿Cuál es la ley norteamericanas que están
violando los venezolanos? ¿En qué acto violatorio de las normas norteamericanos
incurrieron nuestros ciudadanos? Son preguntas que no han tenido respuestas.
-¿Esta orden
ejecutiva del Presidente Obama revela un cambio de política, o por lo menos de
estrategia, por parte de Estados Unidos?
-Los Imperios no pueden dejar de ser Imperios,
ni pueden dejar de comportarse como Imperios. No te olvides de que a la
par que se plantean estos problemas con Venezuela, están bombardeando Siria,
están interviniendo en el conflicto ucraniano, están en cualquier lugar del
mundo provocando disturbios y destruyendo. Los Imperios son así. En el
caso de Venezuela están atacando por todos los flancos, incluso por el flanco
interno. Hay sectores de la oposición que abiertamente conspiran con Estados
Unidos y reciben apoyo financiero para derrocar a Nicolás Maduro. No lo
esconden.
Por eso considero que el gobierno de Nicolás
Maduro se ha expresado en la dirección correcta: movilizar y preparar a la
gente frente a estas amenazas, que no son cualquier cosa. Es el derecho a la
legítima defensa de un pueblo contra la agresión externa.
-¿Estados Unidos logró
lo que quería al emitir tal declaración?
-Por supuesto que no. Como era de esperar ha
tenido un rechazo abierto, y en algunos casos con cierta neutralidad, pero de
ninguna manera esa reacción se ha manifestado contra Venezuela. El gobierno
norteamericano se ha quedado solo, aislado, y eso es muy importante para
conjurar el peligro de una mayor agresividad, e incluso de una guerra.
-El New York
Times admitió esta semana en un editorial que esta reacción de
Washington ha fortalecido al gobierno bolivariano.
-Se expresa en el fortalecimiento de la unidad
nacional. Hasta la oposición, salvo algún sector minoritario, se ha distanciado
de los pronunciamientos del gobierno de EEUU.
-También la iglesia
católica.
-Así es. Te diría que
desde el punto de vista de la unidad nacional, la respuesta de diferentes
sectores de la sociedad ha sido integral.
-¿Cuál es el saldo
entonces de este episodio?
-Indiscutible apoyo internacional a Venezuela
y mayor fortaleza interna del proceso bolivariano, todo lo contrario a lo que
esperaba Estados Unidos.