martes, 26 de enero de 2016

CARTA ABIERTA AL CAMARADA PRESIDENTE NICOLAS MADURO MOROS, DE UN VENEZOLANO DE A PIE.



CARTA ABIERTA AL CAMARADA PRESIDENTE
NICOLAS MADURO MOROS. 
ANTE LA DERROTA EN LAS ELECCIONES PARLAMENTARIAS DEL 6D-2015.

Recibe un fraternal saludo revolucionario.  Permíteme tutearte como le dice el niño de la canción de Ali al Libertador Simón Bolívar, porque como Presidente de mi patria te asumo como uno de mis mejores amigos, aunque no te conozca personalmente.
Guardo de ti el recuerdo de aquel muchacho flaco y alto que, con la camarada Marla Muñoz, (Frente de Educación Media), iba a la UCV a buscar nuestro periódico RUPTURA, como parte de la militancia de nuestro Movimiento Político. 

Soy “un venezolano de a pie” como sueles decir para definirte a ti mismo. Me incorporé a la lucha revolucionaria a los 13 años en el FLN-FALN convertido luego en PRV-FALN y posteriormente en PRV-FALN-RUPTURA Milite en sus filas desde 1965 hasta 1979 año en el cual, ante la imposibilidad de evaluar de manera democrática las causas de varias décadas de derrota, del Movimiento Popular y Revolucionario y nuestra particularmente; un grupo de militantes (cerca de 200 a nivel nacional) de esa organización conformamos Tendencia Revolucionaria cuya dirección integramos- entre otros- Humberto Vargas Medina (Santander), Rogelio Gamarra (El Tabanuco), Julio Chirinos (El Cabito), Roy Daza,  Armando Daza (El Chino Daza)  Alí Rodriguez Araque (Fausto) y este servidor. 

 Desde el 4 de febrero de 1.992 como millones de venezolanos y venezolanas me identifique plenamente con nuestro querido Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez Frías y con sus planteamientos.

Motiva esta carta el hacer pública mi  reflexión con la pretensión de agregar “un granito de arena” al caudal de inquietudes y de opiniones que se expresan a nivel nacional buscando explicación y salida ante la derrota electoral que nuestra Revolución Bolivariana sufrió en las elecciones parlamentarias del 6 de Diciembre del presente año.

He oído tus intervenciones con detenimiento y las comparto plenamente. Especialmente la que hiciste en Cadena Nacional, una vez conocidos los resultados dados por el CNE; la que pronunciaste ante los 200 voceros y voceras de los Colectivos Revolucionarios  en Miraflores, la que pronunciaste ante la militancia del PSUV  en la Plenaria Extraordinaria de su Tercer Congreso y la de  ayer en la salutación decembrina  a nuestra Fuerza Armada Bolivariana.  En todas ellas has dejado claramente demostrado que nos derrotó electoralmente la guerra que contra la Revolución Venezolana -contra nuestro pueblo- desarrolla la Burguesía Parasitaria y el imperialismo Norteamericano y tiene como operadores políticos a la ultraderecha fascista nacional.

Me parece muy acertado de tu parte pedir que pongan sus cargos a la orden los ministros (as) y otros compañeros y compañeras que ocupan posiciones de alta autoridad en nuestro gobierno Así mismo, llevar a cabo un amplio y profundo proceso de análisis de las causas que nos condujeron a la presente situación, para realizar las correcciones y definir las acciones que nos permitan derrotar la ofensiva reaccionaria y contrarrevolucionaria con una verdadera ofensiva revolucionaria.

No tengo ni un ápice de duda acerca de la caracterización que tanto el Comandante Chávez, tú y otros (as) camaradas han hecho de la ultraderecha venezolana.  Desde la perspectiva de los intereses de la Burguesía parasitaria y del imperialismo norteamericano; ellos consideran que ha llegado el momento de la destrucción definitiva de la Revolución Bolivariana.  

Por experiencia histórica sabemos que los anima un profundo odio de clases contra el pueblo venezolano y especialmente contra los revolucionarios y las revolucionarias. Ya sabemos que no tienen ningún tipo de escrúpulos y que nunca han dudado, ni dudarán, en emplear los métodos más sanguinarios para, mediante el terror desenfrenado, tratar de desmovilizar al pueblo y derrotarnos. Ya antes del triunfo de nuestra revolución planteaban que matando a 20.000 comunistas “se resolvía el problema en Venezuela”.

Es por eso que también creo que es muy acertado develar en profundidad ante nuestro pueblo sus mentiras y su hipocresía y continuar demostrando hasta la saciedad todas las acciones que han puesto, ponen y continuaran poniendo en práctica para tratar de lograr sus pretensiones fascistas. 

Ahora bien, es urgente y necesario que - como parte de los análisis que impone la coyuntura- , realicemos una revisión crítica (constructiva) y autocritica de los errores y limitaciones de la actuación desde nuestras propias filas. Nada tiene que ver esta necesidad imperiosa con una “autoflagelación” ni mucho menos con ningún revanchismo contra nadie, ni ninguna “cacería de brujas”. No se trata de buscar “culpables” y fusilarlos política y moralmente.  De discurrir este proceso necesario por esa vía no estaríamos contribuyendo sino a debilitar a nuestras propias fuerzas. 

En tal perspectiva considero que tampoco se trata de revisar sólo las fallas y las debilidades que pudieran estar presentes en la gestión de nuestro gobierno, en los últimos tres años. A mi juicio los resultados del 6D son la cristalización de debilidades y amenazas que existen en nuestro proceso desde el propio 1.998 hasta nuestros días y que nos han impedido avanzar con mayor fuerza y consistencia aprovechando, en toda su magnitud, las fortalezas y oportunidades de las extraordinarias victorias económicas, sociales, políticas y culturales alcanzadas en favor de la inmensa mayoría de nuestro pueblo.

Es altamente probable que muchas de las debilidades tienen que ver con las características particulares del contexto sociopolítico en el cual emergió el Proyecto Bolivariano, luego de cuatro décadas de derrotas del Movimiento Popular y Revolucionario Venezolano. En otros casos pudieran tener que ver con una concepción y una práctica política excesivamente pragmática que desdibuja la naturaleza revolucionaria – radicalmente transformadora- de nuestro proceso Bolivariano, antiimperialista, anticapitalista, Socialista y profundamente Chavista. 

Llamo la atención a reflexionar especialmente sobre dos dimensiones de nuestro proceso sociopolítico: El Estado, y el Poder Popular. 

A veces pienso que como consecuencia de las derrotas sufridas por el Movimiento Popular y Revolucionario latinoamericano y mundial, por el fracaso del llamado “Socialismo Real” y su implosión en la URSS, para muchos (as) se ha desdibujado el carácter del capitalismo como Formación Económico Social, como un sistema de dominación propio de la burguesía y del conjunto de las clases dominantes. Y especialmente su prevalencia a nivel mundial -en su fase de desarrollo imperialista- con todas sus implicaciones para la lucha histórica de los pueblos por su redención definitiva. 

Se reconoce muchas veces que en la sociedad capitalista hay clases sociales y lucha de clases –incluso el carácter de clase del estado pero también, muchas veces, se pierden de vista estos principios en la lucha política concreta. Muchas veces pareciera que se pierde de vista que en la sociedad capitalista de clases la cultura dominante es la cultura de las clases dominantes (las culturas populares permanecen subyugadas y oprimidas) y los trabajadores y el pueblo son sujetos sociales dominados. Se desdibuja en el hacer cotidiano que una revolución exige una verdadera liberación del dominio que sobre el ejerce una ideología que les es extraña. Que se le impone mediante el proceso de socialización desde su nacimiento a través de diversas organizaciones y mecanismos de producción y reproducción ideológica (la familia, la religión, la escuela, los medios de comunicación y absolutamente todas las organizaciones sociales y todas las manifestaciones de la vida): El que hacer productivo, la ciencia, el arte, la técnica etc., etc. expresan y reproducen consciente o inconscientemente esa cultura extraña a sus intereses históricos objetivos  y los convierte en  reproductores de su propia dominación.

Es la lucha revolucionaria y la forja DEL PUEBLO COMO SUJETO REVOLUCIONARIO PROTAGÓNICO DOTADO DE LA NUEVA CONCIENCIA REVOLUCIONARIA lo que puede crear nuevas relaciones sociales entre los seres humanos. Lograrlo implica un trabajo perseverante de organización, de esclarecimiento, de formación y especialmente de movilización para que pueda convertirse en sujeto social transformador. Un trabajo de hormiguitas como decíamos en la década del sesenta, planificado, que combine la satisfacción de las necesidades materiales con la construcción de una nueva subjetividad distinta y antagónica a la que nos imponen las clases dominantes. Es lo que Carlos Marx y Federico Engels -fundadores del Socialismo Científico- denominaron- refiriéndose a la clase obrera,   EL PASO DE LA CONCIENCIA EN SI A LA CONCIENCIA PARA SI. LA CONCIENCIA REVOLUCIONARIA ACERCA DE SU POSICIÓN EN LA SOCIEDAD Y SU PAPEL EN HISTORICO.

El acceso al gobierno por la vía electoral, que no da “todo el Poder” sino parte de él, pareciera contribuir a esa pérdida de contacto con la realidad. Más aún, incluso accediendo a él por vía de una lucha armada revolucionaria, sino se mantiene claro que la lucha es por “destruir” un sistema de dominación” para crear uno radicalmente distinto y se desarrolla  una relación “orgánica” entre las vanguardias revolucionarias y el pueblo, así como un proceso de participación protagónica permanente, este se desmoviliza, no avanza en su conformación como sujeto revolucionario y la revolución tiende a estancarse.  El caso de la URSS es sintomático en esta perspectiva. Esto nos plantea a los revolucionarios y a las revolucionarias la necesidad de problematizar la concepción del estado, el poder y el papel del pueblo como sujeto revolucionario.

Entiendo que es un proceso bien complejo y lleno de peligros y amenazas platearnos la construcción del Socialismo “conviviendo” con el sistema capitalista De hecho este proceso transformador que vivimos desde 1.998 se ha desarrollado  -no en un lecho de rosas- como todos sabemos, sino en medio de una permanente agresión de la burguesía parasitaria y del imperialismo norteamericano: Saboteos de todo tipo, intentos de magnicidio, asesinatos de luchadores y dirigentes revolucionarios, paramilitarismo, golpes de estado, bloqueo económico financiero, amenazas militares imperialistas, permanente guerra mediática, guerra psicológica , guerra económica y pare usted de contar. 

Nadie dijo que era fácil. Ninguna clase dominante se rinde sin patalear. Ninguna burguesía- en ninguna etapa de la historia, ni en ningún país del mundo le ha entregado el poder “por las buenas”, a los pueblos explotados y oprimidos por su sistema de dominación.

Sin embargo, en medio de las más complejas y difíciles situaciones la Revolución Bolivariana ha sabido avanzar y lograr extraordinarios beneficios para nuestro pueblo.  Acumulando creo que un record mundial al vencer a nuestros enemigos de clase en 18 de los 20 procesos electorales que hemos realizado. 

El Comandante Ernesto CHE Guevara nos dejó dicho que… “Cuando lo extraordinario  se vuelve cotidiano, entonces estamos en Revolución”. Yo no tengo ninguna duda que en nuestro proceso lo extraordinario se convierte cada vez más en cotidiano. Pero también creo que hoy debemos agregar que,  si no trabajamos   de manera consciente, consistente y planificada en el desmontaje de la maquinaria del Estado Burgués y en la transformación de la subjetividad social, en la construcción de la conciencia revolucionaria del pueblo, para que se libere de la ideología de las clases dominantes en la cual muchas generaciones, nacieron, se educaron, viven y reproducen consciente o inconscientemente, entonces corremos el riesgo de que ese extraordinario, en la cotidianidad de la existencia bajo  la hegemonía que aún mantiene la ideología de las clases dominantes,  pierda su carácter extraordinario y por ende su sentido revolucionario. Esto dicho con referencia a la conducta de los pueblos tiene probablemente mayor vigencia para los revolucionarios y revolucionarias que cumplen funciones de gobierno en el marco de un proceso transformador que se desarrolla dentro del sistema capitalista cuyos mecanismos, organizaciones, aparatos ideológicos y prácticas siguen existiendo y trabajando sistemáticamente para acabar con el proceso revolucionario.

Es un secreto a voces que muchos (as) asumen como una fatalidad inconmovible que a 17 años de Revolución el Estado Capitalista siga existiendo casi intacto entre nosotros. No solo con sus instituciones sino con su cultura y relaciones. Es más, en muchas de ellas prevalecen estilos de gestión que nada tiene que ver con el proceso transformador en marcha y por el contrario reproducen la ideología de las clases dominantes.  El autoritarismo, el nepotismo, el clientelismo político, las prácticas cupulares, la alienación de los trabajadores y trabajadoras, su segmentación, atomización e individualización, la  división capitalista entre el trabajo manual y el trabajo intelectual, la prevalencia de relaciones de producción capitalista, la ausencia de participación protagónica y de verdadera democracia participativa, la falta de compromiso político con la revolución, la ausencia de vinculo de las organizaciones con el pueblo de sus comunidades aledañas ( El Punto y Circulo),  y la ausencia de trabajo sociopolítico y de formación de los trabajadores y trabajadoras son prácticas que aún prevalecen. Es la hegemonía de la cultura de las clases dominantes. Es la ideología de la Burguesía parasitaria y de la pequeña burguesía acomodaticia a sus intereses. 

En muchas de esas organizaciones o instituciones prevalecen formas de organización, métodos de trabajo y de gestión que ni siquiera se acercan a los modelos capitalistas más avanzados y mucho menos a concepciones que se orienten a la transformación y a la construcción socialista. El despilfarro de recursos, la ineficacia, la ineficiencia – en fin la improductividad las caracteriza antes que las posibilidades de desarrollar relaciones sinergéticas, visiones y misiones compartidas, cultura de trabajo en equipo. En mucha de ellas los trabajadores y trabajadoras desconocen cuáles son sus planes estratégicos y nunca quienes las dirigen rinden cuenta a sus colectivos.  Quienes osan levantar una conducta revolucionaria y por tanto crítica suelen ser aislados, amedrentados y finalmente despedidos

Si consideramos que en Venezuela, el Estado como el principal empleador, posee una fuerza laboral compuesta por varios millones de personas y a la vez; que sus diversas instituciones u organizaciones, tienen una alta participación en la provisión de bienes y servicios a la población, necesariamente tenemos que destacar su importancia estratégica en la vida de la sociedad venezolana. Seguro estoy que si analizamos a fondo la situación antes descrita encontraremos las verdaderas causas del porque o los porque la llamada guerra económica puede actuar negativamente y confundir a nuestro pueblo.  Contra un pueblo rearmado política e ideológicamente y plenamente movilizado no hay guerra económica que pueda. De ejemplos está llena la historia latinoamericana y mundial. Guardando las distancias, (CARACTERIZACIÓN DEL CONTEXTO INTERNACIONAL Y DIFERENCIAS ENTRE ESTOS PROCESOS) ahí están los ejemplos del pueblo cubano ante la invasión de Playa Girón y el Período Especial… y el heroico ejemplo del pueblo Vietnamita ante la guerra genocida de tres imperios).

Desde la perspectiva de la Revolución Bolivariana y de la construcción del Socialismo, el Estado puede ser una poderosa herramienta en la transformación o puede convertirse en un instrumento que frustre la esperanza popular. Sólo con su transformación revolucionaria podrá cumplir la primera de estas opciones. Ello demanda una revisión profunda de su actual situación y la definición de un plan de trabajo que comporte centralmente, entre otras dimensiones, la Movilización permanente de sus trabajadores y trabajadoras, su Formación Sociopolítica Bolivariana, antiimperialista, Socialista y Chavista y su Organización genuinamente Democrática Participativa. 

Lo planteado por el artículo 62 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela respecto a la Participación Política, debe ser uno de los principios guía y orientador de este proceso transformador. En  ella se afirma que: “El medio indispensable para la construcción de la Democracia Participativa y Protagónica es la activa participación de los ciudadanos y las ciudadanas en el diseño, la ejecución y la evaluación de la gestión pública, como medio fundamental para alcanzar el pleno desarrollo de sus potencialidades individuales y colectivas. Es obligación de las autoridades crear las condiciones para que ello sea posible”…  

SE NECESITA UNA VERDADERA REVOLUCIÓN CULTURAL  Y ORGANIZATIVA QUE DE INICIO A UN VERDADERO PROCESO DE TRANSFORMACIÓN REVOLUCIONARIA DE LAS DISTINTAS ORGANIZACIONES DEL ESTADO VENEZOLANO. Para erradicar de él todas las prácticas que reproducen de manera consciente o inconsciente, directa o indirecta, los modelos mentales, la ideología propia del capitalismo que queremos desaparecer de Venezuela. Ello comporta planes concretos para este estratégico propósito y también una sólida vinculación de dichas instituciones con el Poder Popular.

Sí, es cierto. Nos derroto la Guerra económica. Nos derrotó la guerra de la canalla mediática nacional e internacional. Nos derrotó la guerra psicológica, la campaña mundial contra la patria en el orden financiero, económico, cultural político y militar. Un verdadero bloqueo imperialista. ¿Y por qué? Porqué el pueblo, una importante proporción de él, aún permanece desarmado política e ideológicamente y desconoció los extraordinarios logros de la Revolución Bolivariana en estos 17 años... Porque la producción y distribución de alimentos y otros productos fundamentales -a 17 años de revolución- aún están en manos de la burguesía parasitaria. Porque no fuimos suficientemente efectivos en combatir y derrotar al acaparamiento, al especulador e incluso al bachaqueo. La ultraderecha no nos ganó por su efectividad política.

La ultraderecha no tuvo campaña electoral, ni propuestas, ni candidatos y candidatas visibles. Los escondieron. (Nunca hablan de un Proyecto de país porque lo que tienen bajo la manga para tratar de imponernos de nuevo el neoliberalismo y el fascismo). Operó la Guerra Económica porque funcionaron los reflejos condicionados de la ideología capitalista (burguesa), que - aún con nuestros importantes avances- todavía conserva su hegemonía y dominio sobre parte del pueblo y esta funciona como productora y reproductora del sistema de dominación de la Burguesía parasitaria y del imperialismo norteamericano. El individualismo, el materialismo, el egoísmo consumista. Porque aún una buena parte del pueblo es un sujeto social dominado por la ideología de las clases dominantes. Porque el capitalismo en Venezuela aún esta vivito y coleando con el mismo Estado de la IV República, con su cultura, con sus relaciones, con su burocratismo, con su ineficacia e improductividad e incluso con su despotismo y su autoritarismo y con su indiferencia frente al pueblo. Porque aún no hemos hecho la Revolución necesaria en el estado. 

Porque muchos y muchas de quienes ocupan posiciones de dirección en el estado, no tienen ningún compromiso revolucionario. Porque no trabajan la formación sociopolítica de sus trabajadores y trabajadoras, no permiten su participación protagónica y mucho menos contribuyen con la transformación de las comunidades aledañas, ni con el desarrollo del Poder Popular. El pueblo nos responsabilizó como gobierno y aplicó el voto castigo eligiendo a sus verdugos, de la misma forma que por más de 40 años voto por los malandros y ladrones que lo reprimían, masacraban (AD, COPEY,MAS etc.), cuando protestaba y sumían en la miseria y el atraso. 

Perdimos dos millones de votos y la ultraderecha solo incrementó su votación en 350.000 votos. Operó la guerra económica porque los partidos de la revolución no se convencen aún de que hay que acabar con el capitalismo, con su estructura estatal burguesa, con la ideología burguesa y pequeño burguesa. Porque aún los domina el electoralismo y no fraguan cotidianamente la movilización, la organización, la formación del hombre y la mujer nuevos y nuevas; el verdadero Poder Revolucionario del Pueblo. Porque creen que será la burocracia la que con una gestión de gobierno tradicional transformará al país.

 Porque aún no valoran suficientemente la necesidad de la construcción de unas nuevas formas de relacionarse los seres humanos, el hombre y la mujer nuevos y nuevas, una nueva cultura, una nueva conciencia. 

Sin embargo, no todo está perdido. Perdimos una importante batalla. La lucha de clases continúa y ella es el motor de la historia. Conservamos a nuestro gobierno Bolivariano, nos apoya un contingente de pueblo cercano a los 7 millones, contamos con la mayoría de nuestra Fuerza Armada Bolivariana, contamos con cerca de 60.000 Consejos Comunales y con miles de Comunas, contamos con varios miles de Colectivos Revolucionarios que luchan cotidianamente al lado del pueblo, contamos con una apreciable cantidad de gobernaciones y alcaldías, con organizaciones de trabajadores y trabajadoras, contamos con una diversidad de Medios de Comunicación Alternativos y contamos con un Presidente Obrero resteado con su pueblo y una generación de dirigentes populares y revolucionarios. 

Es hora de retomar el legado de nuestro Comandante Supremo. Somos El pueblo de las dificultades. Es hora de radicalizar la Revolución Bolivariana aplicando Las Tres R al Cuadrado y la Revolución en la Revolución, El Golpe de Timón. No es hora de cacería de brujas, ni flagelaciones, ni de buscar culpables, para fusilarlos moral y políticamente. Hacerlo sería muy grave y sólo lograría debilitarnos frente a la ofensiva contrarrevolucionaria. 

Es la hora de una verdadera contraofensiva revolucionaria y para ello es ineludible realizar PROFUNDAS RECTIFICACIONES Y DE PROFUNDIZAR LA LUCHA EN TODOS LOS TERRENOS. PARA AVANZAR Y VENCER. CHAVEZ VIVE. LA PATRIA SIGUE. AQUI NO SE RINDE NADIE CARAJO. PATRIA O MUERTE. VENCEREMOS.


SOC. GILFREDO ESCOBAR MUÑOZ
Cel.: 0416-8385521
IDEAS PARA LA DISCUSION NECESARIA.
CARACAS 13 DE diciembre de 2.015

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